Tras la realización de un estudio previo, se procede a la colocación del tratamiento de corrección. Será el profesional quien, dependiendo de la complicación de las malposiciones, determine si es necesario el uso de brackets, metálicos o estéticos, o de los alineadores transparentes (técnica invisaling).

La ortodoncia no tiene edad, es decir, se puede aplicar siempre y cuando el paciente y el equipo de profesionales así lo especifiquen a fin de corregir la funcionalidad bucal y las irregularidades de los dientes.

Dependiendo del grado de corrección que sea necesario, los pacientes verán los resultados en más o menos tiempo. Sin embargo, se fija como promedio entre 1 y 2 años y medio. Es necesaria la colaboración del paciente con la higiene bucodental.

Las ventajas son varias: corrección de las malformaciones dentarias, disminución del riesgo de caries y enfermedades periodontales, mejora del funcionamiento de la boca (masticación) y la corrección de la alineación de la mandíbula que previene de dolores orofaciales.