Llega la vuelta al cole y llega la obligada visita al dentista. Son muchos los niños que sienten miedo o estrés a la hora de acudir al dentista y los factores que provocan ese rechazo son, en muchas ocasiones, justificados: creen que se les va a hacer daño, se sienten solos al entrar en consulta, les asustan los ruidos del material empleado, escuchan a los adultos decir que no les apetece ir al dentista o que tienen dolores después de un tratamiento…
Es muy importante quitar esos miedos durante la infancia, ya que puede derivar en un caso de odontofobia y comprometer la salud oral del niño a medio o largo plazo, lo que influirá de forma directa en su salud general. Una de las maneras más innovadoras y eficaces para tratar ese temor a la hora de visitar al dentista es la terapia asistida con perros. Un método por el cuál los más pequeños pueden acudir al dentista acompañados por un perro educado para ayudar. Juegan con ellos en la sala de espera, anticipan la revisión en la boca del animal, les acompaña durante el tratamiento, pueden quedarse con él una vez finalizada la visita… en definitiva, convierten la temida visita al odontólogo en una gran experiencia que estarán deseando repetir.
La buena reacción de los niños cuando acuden al dentista acompañados por animales se produce gracias a varios factores que os explicamos a continuación.
TRANQUILIDAD
La interacción con el animal provoca que el niño aumente sus niveles de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores muy relacionados con el control de las emociones y el estado de ánimo. De esta manera los más pequeños conseguirán sentirse más tranquilos y relajados desde la sala de espera, donde ya estarán acompañados por el perro.
DISMINUCIÓN DEL ESTRÉS
Una vez los niños se sienten más cómodos y tranquilos, su ritmo cardiaco y su presión arterial disminuyen. Esta respuesta física les permite disminuir sus niveles de estrés y de excitación, lo que conseguirá que los más pequeños estén más dispuestos a colaborar.
CONCENTRACIÓN
Como ya hemos comentado, el perro entra con ellos al gabinete, lo que permite que mientras se le hacen las pertinentes revisiones o tratamientos estén concentrados en interactuar con el animal. De esta manera conseguimos que estén más relajados y colaboren en el tratamiento.
ANTICIPACIÓN
También hemos comentado la posibilidad de realizar con el niño una revisión a la boca del animal. Este aspecto es fundamental cuando el miedo les impide colaborar. Ellos mismos podrán ayudar al dentista a revisar la dentadura del perro y verán con sus propios ojos que es un proceso sencillo e indoloro.
COMPAÑÍA
En ocasiones, el paciente no colabora porque se siente solo y en un ambiente extraño. Son muchos los niños que se incomodan al estar rodeados de dentista e higienistas y no sentir cerca a sus padres o personas conocidas. Tras haber estado en la sala de espera con el perro, pasan al gabinete con su nuevo amigo, una forma ideal de sentirse seguros y acompañados.
Por todos estos motivos, la visita al odontopediatra dejará de dar miedo y pasará a ser una gran experiencia que estarán deseando repetir.
¿Te cuesta llevarles al dentista en esta vuelta al cole porque tienen miedo y no colaboran en las revisiones? ¿Te gustaría probar esta innovadora actividad con animales? En Centro Odontológico Miguel González tenemos el placer de contar con la colaboración de Terapy Dogs, una asociación especializada en la terapia asistida con perros que permite a los papás y mamás cuidar de la salud bucal de su familia. ¿Quieres saber más? Contacta con nosotros, estaremos encantados de resolver tus dudas.
¡Prepara su sonrisa para la vuelta al cole!